martes, julio 10, 2007

Opcion B



Hombre que mira al cielo
Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado

que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
solidarios como abejas
aguerridos como jaguares
y empuñen todos sus noes
para instalar la gran afirmación

que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza

que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano
y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios
M. Benedetti


No hay nostalgia pero que añorar lo que nunca jamás sucedió . . . .
J. Sabina

Si pudo y no fue, es por que debía ser así; de otra manera, si hubiera pasado, muy probablemente yo no estaría aquí y tu no estarías allá. Desde una perspectiva general ambos estamos bien, no? Amigos comunes me han dicho que se te ve bien, eres feliz en los llanos. Yo estoy de poka madre, disfrutando muchoOoOo el cambio de aire ahora en el Caribe, en La Puerta al Cielo y si tu memoria no te traiciona recordaras que fue en El Cielo donde conversamos por vez primera. De manera contundente nuestros destinos nos demuestran a medida que el tiempo pasa, que fue buena decisión el mantenerme al margen de ti. Jajaja aunque de pronto y me gustaría saber que habría pasado. . . . . y sin pensarlo mucho, te confieso que cambio sin chistar las tardes de mar, los cielos estrellados, los peces de colores, todo eso por tomar la opción B, la que me lleve a ti. De las estrellas fugaces reservo una y pido un deseo: que en tu caminar encuentres felicidad.

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