viernes, septiembre 16, 2005
El LoBo EstePaRiO
Al igual que el pobre Harry, de pronto me embargaba la certeza de que yo era un Lobo Estepario al igual que él creía firmemente llevar dentro de mi pecho dos almas (hombre y Lobo), y por ello a veces me angustiaba el choque entre estas. Y es que claro, el pecho y el cuerpo no son más que uno; pero las almas que se llevan dentro no son dos ni tres, sino cantidades inumerables, el hombre es una cebolla que tiene cien telas, un tejido, el cual está compuesto de muchos hilos. Esto lo supieron exactamente los antiguos asiatas, y en el Yoga budista se descubrió una teoría precisa para desenmascarar el mito de la Personalidad. Clásico y complejo es el juego de la vida; el mito por desenmascarar, el cual se afanó tanto la India durante un milenio de años, es el mismo por cuyo sostenimiento y vigorización ha estado trabajando el mundo occidental.
En vez de reducir tu mundo, de simplificar tu alma, tendrás que abrazar cada vez más mundo, lo tendrás que acoger por entero en tu alma dolorosamente ensanchada, para poder llegar acaso algún día, al descanso.
Poema
Yo voy, lobo estepario, trotando
por el mundo de nieve cubierto
del abedul sale un cuervo volando
y no cruzan ni liebres ni corzas el campo desierto.
Me enamora una corza ligera
en el mundo no hay nada tan lindo y hermoso
con mis dientes y zarpas de fiera
destrozara su cuerpo sabroso.
Y volviera mi afán a mi amada,
en sus muslos mordiendo la carne blanquísima
y saciando mi sed en su sangre por mí derramada,
para aullar luego solo en la noche tristísima.
Una liebre bastara también a mi anhelo,
dulce sabe su carne en la noche callada y oscura.
Ay ¿Por qué me abandona el letal desconsuelo
de la vida la parte más noble y más pura?
Vetas grises adquiera mi rabo peludo;
voy perdiendo la vista, me atacan las fiebres;
hace tiempo que estoy sin hogar y viudo
y que troto y que sueño con corzas y liebres.
Que mi triste destrino me ahuyenta y espanta.
Oigo al aire soplar en la noche de inºvierno,
hundo en nieve mi ardiente garganta,
así voy llevando mi mísera alma al infierno.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 vinieron y comieron:
Publicar un comentario