... porque acecha su fantasma.

Generalmente, en días como hoy, predominan los disfraces de brujas y vampiros, momias y monstruos diversos; tal vez, sin embargo, de todos estos, los más cercanos a nosotros sean los fantasmas...

Y es que siempre hay un fantasma que nos acompaña y a quien podemos ver más claramente en unos días que en otros; como el fantasma de
aquella relación que no funcionó y que ocasionalmente te tortura los hubieras; el fantasma del amigo que se fue, que nunca volvió a responder una carta, que se alejó con una última frase amarga para no volver jamás; el fantasma del abuelo que se fue cuando eras niño y al que te gustaría preguntarle si finalmente terminaste siendo lo que esperaba de ti...

No falta el día en que, solo en tu habitación, con la luz apagada,
esperando que el sueño te gane y evite que te invadan los recuerdos, llega ese fantasma que no puedes dejar ir, porque te trae tu niñez de regreso, te trae fortaleza y decisión en momentos de flaqueza, te trae la dulce sonrisa de las cosas queridas...

A veces, golpeando las cuerdas de la guitarra y leyendo algún poema, me visita su fantasma.....

Este Post se debía desde el 31 de octubre, pero por causas laborales y sociales (más las unas que las otras jajajajaj) se publica el día de hoy. Nomás dejenme acoplar a mi nuevo ritmo de vida, para seguir guisando estas comidas que más que ser un manjar para el que las come, es una terapia pá el que cocina. PoSiTiVe ViBrAtIoN !!!!!!