viernes, febrero 02, 2007

La caída de las hojas







Tan libre soy al escribir, tan dueño de mi mismo, que no me da miedo hablar de la caída de las hojas.








T
ampoco a las hojas les da miedo caer. Se desasen sin sobresaltos de la rama y se deslizan en espirales por el tobogán del viento. La secreta sabiduría que cada año beben en el árbol les ha enseñado que así como ahora bajan mañana subirán. También la vida hace espirales.







No nos guardan rencor las hojas por las vacuidades que hemos dicho durante siglos a propósito de su caída. Y eso que las han escuchado una y otra vez. Ellas nos ven caer- somos hojas del árbol de la vida - ,y saben que en otra vida y en otro árbol nos volveremos a encontrar.








Si supiéramos la lección que aprendió la hoja también nos desasir
íamos sin temor de todo aquello a que estamos aferrados.

"En el momento, nuestras vidas nos parecen escenas sueltas,
una al lado de la otra, como tenues, inciertas y livianísimas hojas
arrastradas por el furioso y sin sentido viento del tiempo".

Ernesto Sabato

Aunque arrastrados por el viento creo que tenemos capacidad de dirigir nuestro desplazamiento, rechazo la idea de un “destino absoluto”. De la mano del raciocinio vino el libre albedrío la libertad, la mayor diferencia con el resto de los animales (según algunos entendidos en la materia) la libre elección el mayor de los tesoros. Me gusta pensar que al nacer nos dieron el guión de esta obra, sin embargo como los buenos actores de la época dorada, tenemos la posibilidad de improvisar, depende de ti que tanto te apegues al guión.

La vida es un ciclo, un circulo, pero si lo observas con atención te das cuenta que en realidad son espirales superpuestas, las espirales expresan las altas y bajas. Cada una de esas vueltas tiene su tono emocional y en cada una de ellas nos encontramos con personas sumamente especiales. Disfrutamos su compañía y aprendemos tanto de ellas. . . . . pero luego nuestras espirales se tuercen en sentidos opuestos, nuestros sueños nos separan y aunque nos dirigimos al mismo destino (todos caminamos hacia la muerte) lo hacemos por senderos en apariencia opuestos. Y de pronto, otra vuelta y nos volvemos a reencontrar algo mas maduros, algo mas viejos y a pesar de todo nos reconocemos en las cicatrices del otro. Cierto, hay algunos cuyas vueltas son amplias y pasa muchísimo tiempo antes de volverlos a ver; a final de cuentas no hay ningún adiós definitivo sino un buena suerte y hasta luego. Soltad todo remordimiento, angustia, dolor, pena, melancolia por que todo eso nos mantiene suspendidos en un pedazo de la curvatura del tiempo.

Jajajaj si pudiera escoger me gustaría ser una hoja de un framboyano o de una Jacaranda son tan simétricas bien ordenadillas jajajaj chale pero son delgadas y por lo tanto no oponen resistencia al aire así que su caída seria breve y mi existencia fugaz mmmm me agrada !!!!

1 vinieron y comieron:

Anónimo dijo...

sabes? he tenido q leerlo varias veces.. ta razonable nomas q yo soy de las q dejan q las pag del guion se escriban solas.. ya sabes esperar q pase lo q tenga q pasar.. el razocinio pos ay de vez en cuando.. nomas lo necesario, libre pero entregada.. precisament de estas cosas se habla el lunes a las 8.. en la clase de Fernando...