En esencia. . .

“y así crecí volando, y volé tan deprisa

que hasta mi propia sombra

. . . . de vista me perdió.”

J.S.

Y llegó la fecha, esa tétrica fecha a la que le sacaba la vuelta cada vez que veía el calendario, mi aniversario numero 23 ¡¡¡¡¡ y bueno es que aún no me acostumbro a ver ese terrible 2, ese 2 que grita a los 4 vientos que llevo 2 décadas sobre este planeta y nunca viene un aniversario sin sus preguntas de rigor (y este cumpleaños fueron más despiadadas). Para mí el año nuevo empieza el día siguiente al que cumples años, por tanto tuve que hacer un viaje en retrospectiva y evaluar mi situación de entrada pensé “ Diablos ¡¡ No queda nada de lo que fui !!” atrás quedaron las rastas, el cabello largo, la casa de la cultura, la oratoria, las noches de Marco, los libros revolucionarios, las juntas subterráneas, la guitarra eléctrica, el tabaco, la cerveza, los idilios, el alucine, los poemas, las aves de paso, los viajes astrales y un largísimo etcétera. Sin embargo después del estado caótico en el que me dejo la hojeada al pasado me di cuenta que en realidad, no había cambiado, simplemente he llegado a otra etapa en mi vida, al igual que un escarabajo pasa de la etapa larvaria a la forma adulta y acaso dejó de ser un escarabajo?. Sigo amando la música, sigo disfrutando los detalles, sigo creyendo que las respuestas están dentro de nosotros, todavía siento que la perfección no es humana, que las cosas serían más fáciles si no fuéramos tan individualistas, aún pienso que un saludo no se le niega a nadie mucho menos un abrazo, que el valor más alto es la honestidad, que la amistad es un elixir vivificante, que los libros son buenos maestros, que . . . . . muchas cosas. Sigo siendo el mismo, la misma agrupación inconforme de átomos de carbono e hidrogeno, la misma partícula revoltosa. Tengo la plena confianza que cuando mis moléculas sean victimas de la oxidación y comience a envejecer y me vuelva un viejo decrepito (y sabio) y todas las personas de mi edad prefieran pasar la tarde jugando ajedrez yo preferiré disfrutar del viento crepuscular para volar mi papalote. . . . . .
De antemano pido disculpas a esas almas famelicas que me pedían ya sino un plato fuerte minimo una botanita pá pasar el hambre JaJaJaJa servidos ¡¡¡. Este post debió publicarse el 15 de junio osease en mi cumple pero por razones diversas aparece asta hoy.