miércoles, diciembre 28, 2005

Lapsus Dolorosus Vol. 2 (Alitas de cartón)

Caminaba por el sendero de mi vida hacia la muerte ¿Qué mas se puede hacer en esta vida? Y de pronto apareció y mi corazón dio un salto ¡ cuan linda y bella era esa mariposa ¡ había visto otras pero ninguna semejante a esta, sus alas iridiscentes, la delicada silueta y esos ojos. No quise tocarla temiendo romper sus alas, me limite a contemplarla, la mariposa noto mi presencia y me susurró algo al oído: “acompáñame” y yo que nunca tuve más religión que una mujer, del cuello de una nube aquellos días me colgué (J.S.); no podía dejar de observarla, con cada uno de sus delicados movimientos parecía perdonar al viento. Durante ese tiempo me crecieron unas lindas alas de cartón. Una parte de mí (la razón), reaccionó y me estrujo de manera violenta mientras que me gritaba: “¿Qué carajos te pasa? Bien sabes lo que estas arriesgando y aún así ¿Piensas seguir volando?”. Para ser sinceros me detuve, reflexione un poco y . . . . volví detrás de la mariposa al tiempo que mi razón se quedaba detrás observándome con compasión como quien observa a un suicida decidido. La mariposa había comenzado a alejarse, “¿Por qué se va?” le grite que me esperara y no me contestó. Corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron mientras derramaba las lagrimas que le robe a un cocodrilo. La mariposa se detuvo y al verla tan cerca apreté el paso ya casi llego, falta poco, “Por fin te tenggggg aaaaaaaaaaaaaaa. . . . . . . se acabó el camino. Y las alas de cartón que me dieron jajajajajja no sirvieron de nada, de hecho pesaban más una vez que se mojaron con las lagrimas. Delante de mí? Un abismo al cual me precipito; tan profundo es, que aún es fecha que no toco el fondo.
(Dedicado a la ÑiÑa cinéfila)


La neta duele pero ni pexxx, algún día me iba a tocar no? O ¿Quién que quiera entrar en territorio del Amor esta exento al dolor?. Por cierto, a los dos días de el suceso me enferme de la garganta. Esto resulta interesante si consideramos que hubo otros días en los cuales me excedí y aún así no me enferme. Quizá esto sirva para resolver ese lucha entre Platón y Aristóteles, entre Psique y Soma, entre Cuerpo y Alma. Y es que ellos se preguntaban quien dominaba a quien. De tal manera que no sabían si ¿nuestro sistema inmunológico se reduce por que nos deprimimos? Ó ¿Nos deprimimos por que nuestro sistema inmunológico se reduce?. Dadas mis circunstancias yo creo que cuando estamos un poco deprimidillos pues es más fácil enfermarnos, pero bueno creo que ya voy saliendo de esto (ojala). Por lo pronto quizá mañana vaya a Bosque Mágico Yahoooooo es parte del tratamiento que me recetó el Doctor pá salir de este estado mental jajaja.
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